DESIERTO MERZOUGA - MARRAKECH

Viajar es una actividad con la garantía de que vas a aprender.

28/01/2017 GARGANTAS DE TODRA – ILKHORBAD – MERZOUGA DESIERTO

Dejamos el Riad que era precioso, con muchos colores y el matrimonio que nos atendió super agradable. El Riad dónde estuvimos estaba situado al lado de un río por donde paseamos esa noche, era un lugar muy tranquilo y también cerca de las Gargantas de Todra.

Esa mañana estuvimos en las Garganta del Todra o como las llaman los marroquíes las Gorges du Tohdra. Las gargantas son un cañón de paredes verticales y se van ensachando paulatinamente desde su entrada hasta el final donde desaparecen. El recorrido es de unos 18 km. Y antes de entrar a las gargantas había un palmeral enorme y precioso. Es una visita que te transmite mucha tranquilidad, tanto el entorno, como el silencio, las vistas.

Mientras íbamos en el coche hicimos una parada en el Museo de los Fósiles que se llamaba Erfoüd.

A continuación partimos al pueblo de nuestro guía donde tuvimos el placer de conocer su hogar donde se había criado, a su madre, a su hijo, a su familia, comimos allí y estamos muy agradecidas. Tuvimos la gran suerte de que fuera el día del mercado, por otro lado fuimos al museo del pueblo que se llamaba Museo de Oasis (Ilkhorbad). Su madre Hedda transmitía sabiduría, aprendizaje de toda una vida, nos hizo un cous-cous que estaba muy bueno y una pizza bereber.

Y de aquí directamente al desierto, ya no hicimos más paradas porque queríamos ver el atardecer. Nos quedaban 3 horas de camino y notábamos el calor cada vez más en nuestros cuerpos. Al llegar cogimos lo necesario para montarnos en el dromedario. Vimos el atardecer y recomiendo mucho hacer la croqueta desde arriba de una duna hasta llegar abajo, es muy divertido. 

Al llegar al albergue donde íbamos a pasar la noche en pleno desierto ya era de noche. Cenamos a las 19.00 de la tarde y a las 20.00 estabamos bailando con los instrumentos típicos marroquíes, y más tarde viendo el paraíso de todas las estrellas. Tranquilidad, paz, amor, y mil sentimientos viendo cada una de las estrellas, sin contaminación. Alguna que otra estrella fugaz con una sonrisa en nuestras caras.

29/01/2017 – DESIERTO MERZOUGA  - MARRAKECH

A las 6.30 nos levantamos muy cansadas pero a sabiendas de que iba a merecer la pena para ver el amanecer y despedirnos del desierto. 

Fuimos al Riad que está en el pueblo de Merzouga que el Riad es de las mismas personas que del albergue del desierto y dueñxs de los dromedarios. Nos duchamos y almorzamos fuerte ya que nos quedaban 10 horas de coche para llegar a Marrakech.

Se nos hizo algo pesado para que engañarnos, pero mucho más rápido de lo que imaginábamos porque todo el rato nos quedábamos impresionadas con el paisaje. Hicimos una parada en Ourzazate y es ahí cuando compramos una buena saca de especias para traernos a España.

Al llegar a Marrakech a las 20.00 de la noche, nos fuimos al Riad de las dos primeras noches, dejamos las maletas y directamente a la plaza Jama El Fna para cenar. Era la primera vez que estábamos solas y sin guía. Sabíamos que la posibilidad de timarnos estaba ahí y hasta que no encontráramos un sitio donde no hubiera ni un solo guiri nosotras no nos íbamos a sentar ahí. Finalmente encontramos un sitio donde hacían ensaladas marroquíes (buenísima).

Volvimos al Riad ya que íbamos muy cansadas del viaje y nuestro cuerpo solo nos pedía una ducha y descansar para aprovechar el día en Marrakech.

30/01/2017 - MARRAKECH

Nos levantamos muy temprano, almorzamos y nos comimos todo lo que nos dieron en el Riad porque sabíamos que nos esperaba un día largo y donde en los Zocos nos íbamos a perder mil quinientas veces.

Primero dimos una vuelta por la Mezquita Koutobia y el parque que la rodea. 

De ahí bajamos al Palacio Real, y de ahí al Museo de las Tombas Saadíes. Son tumbas que datan de finales del Siglo XVI y están localizadas en un jardín precioso cerrado al que se accede por un pasillo muy pequeño. Se ven más de 100 tumbas decoradas con mosaicos y que merece la pena ir a visitar. 

Pasamos para ver la Plaza Jama El Fna que no habíamos visto de día y ya nos metimos a los Zocos.

Zocos es estrés, locura y agobio. Volvíamos a la misma calle una vez detrás de otra aunque es verdad que merecía la pena perderse porque es imposible no hacerlo. Pudimos estar en el zoco del cuero, el de la lana, de la herrería, y vimos algo del de la madera. En total hay 7 zocos, y los que nos quedan cuando volvamos los veremos.

Durante nuestra ruta por los zocos conocimos a un muchacho que se llamaba Karimo (un chico excelente) que nos acompañó a varios zocos y nos encantó conocerle.

A partir de aquí nuestros cuerpos empezaron a no responder y decidimos ir a descansar un poco y ducharnos porque llevábamos desde las 9.00 de la mañana sin parar de andar y eran las 18.30 -19.00.

Salimos a cenar al mismo sitio del día anterior ya que nos gustó mucho.

31/01/2017 MARRAKECH - MADRID

Eran nuestras últimas horas del viaje que aprovechamos para comprar dos o tres detalles ya que no nos cogía prácticamente nada, y nos quisimos despedir con un buen tayín marroquí. Cogimos un taxi dirección al aeropuerto y con nuestras caras de felicidad nos despedimos de un gran gran gran viaje.

“Siempre en buena compañía, titi. Flipa compañera”

P. D. No sé cuando pero haré una entrada con recetas vegetarianas y típicas marroquíes. 

Una vez más, yo misma, Hortensia Martínez-Quintanilla Palao

¡Un abrazo apretado!