¡¡Hola
chicxxxs!! Hoy os hablo con voz de libertad, y fin de exámenes :). Y tengo
ganas de hablaros de lo que nos está comiendo las cabezas. Nos está volviendo
locxs. Nos está comiendo a nosotros mismos como seres humanos. Estamos
perdiendo tanta comunicación, tanto contacto con la sociedad que ni nos damos
cuenta. No nos damos cuenta del daño que nos está produciendo las tecnologías.
Tantas innovaciones que nos llevan al consumismo. Dejaré al lado el consumismo
sólo por hoy. Otro día ya hablamos que nos da para una entrada entera (y para
más).
¿Cuántas
veces hemos estado en una situación cómo está? ¿Cómo lo hemos odiado? Y…
¿Cuántas veces lo habremos hecho hasta nosotrxs mismxs? Lo odio (aún así. lo he
hecho).
- Estamos en una mesa de cuatro. Cuatro amigxs. Y unx está con el móvil. Ya
ni te mira, y está contestando a los Whatssapp o mirando el Facebook
(actualizando una vez más, lo que ya ha visto diez minutos antes). Intenta
hacer ver que está sumergidx en la conversación de la mesa. No es así. Vuelve a
coger el móvil. Hace lo mismo que había hecho hace varios minutos antes. Y así
hasta llegar a un círculo vicioso.
Estamos en
una época, en unos tiempos de constante cambio. De innovaciones. De nuevas
situaciones. Y sobretodo.... cada vez nuevas aplicaciones y eso indica que cada
vez más aplicaciones.
Nos vamos
transformando en personas que están continuamente conectadas, en la información
inmediata y esto significa que olvidamos por completo las conversaciones
profundas, mirar a una persona a los ojos y que nuestras amistades,
experiencias y conocimientos están fuera de toda tecnología. Esa tecnología que
no tiene sólo aspectos negativos. Claro que no. Tenemos las noticias que pasan
en la otra punta del mundo en menos de un segundo, podemos hablar a través de
Skype con personas queridas que tenemos en otros países o hasta hacer la compra
de la comida o adquirir las entradas para ir a un concierto.
Pero estamos
perdiendo el norte. No es un todo. Tenemos que saber utilizar el móvil,
ordenador o cualquier aplicación de una manera rigurosa. Estamos perdiendo la
concentración por tener que estar atentos a contestar a un mensaje.
Mi yaya, que
es muy sabia ella (por no decir la mejor), siempre dice que antes cuando ella
era joven (que lo sigue siendo) vivían de una manera muy diferente. Totalmente
diferente. No tenian tantas maneras de comunicación y se enteraban de todo por
los periódicos o la radio, eran más pacientes a la hora de querer conseguir las
cosas, tenían comunicación con la familia y amigos, se escuchaban los unos a
los otros y que las cartas eran una muy buena vía para comunicarse. Eran
felices. Pero ahoea nosotros queremos más y más. Hasta llegar al punto de que
estamos perdiendo hasta el horizonte.
Recapacitemos y reflexionemos.
Acepto que yo uso mucho el móvil, pero tengo objetivos, y espero decir que
en septiembre lo he conseguido. Propontelos tu también.
Antes se vivía sin internet y sin móviles. Sin aplicaciones móviles y sin
ordenador. Ahora no queramos todo o nada, pero utilicemoslo sin perder el aquí
y ahora con las personas humanas. Ellas también tienen mucho que aportarnos.
¿Qué opinas? Se que la razón absoluta no existe, por eso debatir me gusta.
:)
Una vez más, yo misma, Hortensia Martínez-Quintanilla Palao
¡Un abrazo apretado!
¡La semana que viene más y mejor!
¡La semana que viene más y mejor!
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